ÁBRALE EL CORAZÓN AL REINO DE DIOS

17:27

ÁBRALE EL CORAZÓN AL REINO DE DIOS
Ps. Fernando Alexis Jiménez

Hace algunos años crucé la frontera entre Ecuador y Perú, por el puente de Aguas Verdes. Iba en compañía de otros quince pastores, camino a un congreso internacional de evangelismo que tendría lugar en Lima.

El asunto es que, por espacio de varias horas debimos esperar en un puesto de control. Los documentos que habían sido más que suficientes en territorio ecuatoriano, no lo eran así entre los peruanos.

Alguien les llamó la atención sobre el particular:

--En Ecuador además de válida la documentación, era suficiente y sobraba... ¿Por qué aquí no?—

La respuesta lacónica fue:

--Porque nuestro gobierno es diferente y las leyes que nos rigen, también...—

Con pocas palabras hizo énfasis en que nos encontrábamos en tierra ajena y que, si queríamos desplazarnos por ella sin mayores problemas, debíamos sujetarnos.

 

¿En que consiste el Reino de Dios?

Con frecuencia encontramos muchos cristianos preguntándose. ¿Qué es?¿Qué significa? Y, ¿por qué razón el cristiano debe prestar particular atención al tema del Reino de Dios?.

La mejor forma de llenar los vacíos que generan tales interrogantes es buscando en la Biblia.

En primera instancia descubrimos que el establecimiento del Reino divino fue anunciado en las Escrituras hace muchos siglos por el rey David. Él escribió: “El Señor ha puesto su trono en el cielo, y su reino domina sobre todo” (Salmo 103:19. Versión Popular).

Algo maravilloso, sin duda, porque veían a Dios muy distante de su realidad. Además, por el orgullo que embargaba sus corazones, cada cual hacía lo que a bien le parecía. Al proclamar la profecía, anunció que el dominio del Creador sería sobre absolutamente todo. Se haría Su eterna voluntad.

Recuerde que la humanidad atravesaba un enorme distanciamiento del Padre ya que, con el pecado de Adán, había entrado en una separación absoluta (Cf.Romanos 5:12).

También a través de un profeta fueron reveladas las características del Reino: :”Durante el gobierno de estos reyes, el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido ni dominado por ninguna otra nación, sino que acabará por completo todos los demás reinos, y durará por siempre”(Daniel 2:44. Versión Popular).

Observe que sería fuerte, por siempre y dirigido a un pueblo escogido. Ese pueblo somos usted y yo.

 

El establecimiento del Reino de Dios

" width="200" height="150" align="left">La importancia del Reino está representada en el hecho de que fue el anuncio que ocupó los esfuerzos de Juan el Bautista:”Por aquél tiempo se presentó Juan el Bautista en el desierto de Judea. En su proclamación decía: “!Vuélvanse a Dios, porque el reino de Dios está cerca!”(Mateo 3:1,2).

 

En aquella despoblada región, árida y montañosa al oriente de Jerusalén, el enviado de Dios anunció con urgencia que el dominio del Creador sobre su creación sería total. ¡Y era necesario estar preparados!.

Interesante, además, que también constituyó el centro de la proclamación del Hijo. “Desde entonces Jesús comenzó a proclamar: “Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca.”(Mateo 4:17). Constituyó además la proclamación antes de partir al cielo: “Durante cuarenta días se dejó ver de ellos y les estuvo hablando del reino de Dios”(Hechos 1:3 b).

Una pregunta que cabe aquí:¿Qué importancia le ofrece usted al tema del Reino de Dios?¿Qué lugar ocupa en su existencia?

 

La respuesta está en sus manos. Recuerde:

Dios espera gobernar en su corazón, pero no lo hará por imposición. Él desea que usted le abra las puertas... Y que, sin sentir que constituye una carga para su existencia, comience a vivir conforme a Su voluntad divina, que es la forma de asentar el Reino en nosotros.

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